Se acercaban a esa maldita ciudad, en el emfermizo sur. Preferia un millon de veces enfrentarse a una horda de marauders antes de pisar esa ciudad, pero su honor asi se lo exijia.
El un Druzhina de la orden del grifo no podia romper su palabra, de llegar a Altaheim y cumplir con lo prometido a su padre en el lecho de muerte, cuando le entrego ese viejo legajo...... (Incoscientemente se llevo la mano a la caja donde lo guardaba).
-¿Por que?.... ¿Porque padre me hicistes prometerte eso...?-
De repente el gruñido de Misha hizo que sus pensamientos volvieran al presente, hay estaba en mitad del maldito sur, con sus hombres, los unicos que a partir de ahora podria confiar. Un viejo dicho de Kislev decia "el mejor sureño es el sureño muerto, porque no puede ser contagiado por el caos y aun asi quemalo"
Se giro hacia su Esaul -Prepara a los hombres, entramos en la ciudad - y dicho esto apuro su botella de vodka........