Tras explicar brevemente el funcionamiento del juego, se repartieron los arquetipos y las polis. El grupo de Héroes quedo formado por un Hercúleo de Tebas, un Soldado Espartano, un Navegante de Argos y un Extranjero. Tras regresar de Ilión, el barco en el que viajaban se ve sacudido por una tormenta que lo arroja contra la costa. Los Héroes se despiertan desarmados en una playa en la que las ratas devoran los cadáveres de unos infortunados náufragos.

Tras derrotar a las ratas encuentran algunas armas entre los restos del naufragio y la entrada a una cueva. Los Héroes se encomiendan a sus dioses y cruzan el umbral, internándose en un antiguo templo en el que son atacados por unos soldados.

Tras varios combates, descubren una puerta para la que necesitan dos llaves, protegidas por hábiles guerreros. Nuestros Héroes sufren sus primeras heridas y son objeto de la maldición de los caprichosos dioses.

Finalmente descubren que el templo es el hogar de una caprichosa hechicera llamada Lorei, que mantiene hechizados a los soldados y que los lanza contra nuestros Héroes, cada vez más débiles.
El combate final es encarnizado, pero los Héroes sacan provecho de sus habilidades y su destreza. El soldado es mortífero en combate. El extranjero apoya desde la distancia con sus jabalinas. El hercúleo tebano protege a sus compañeros. Y el navegante. ¡Ay, qué buenas risas nos echamos con las ocurrencias del navegante! XD

La partida transcurrió de forma divertida y sencilla. Los jugadores entendieron rápidamente las reglas y, creo, no hubo conflictos de reglas no nada que no funcionara como se esperaba.
Es verdad que es las primeras partidas la reserva de Destino de los Héroes puede ser de poco uso, aunque el espartano dió buen uso con su Don de Contraataque...
Algún pequeño ajuste y estaremos listos para hacer alguna campaña por el club.
