Gracias, hamigos!
Aquí no hay mas que constancia. Todos los días, cuando los críos se han quedado dormidos, despliego mi mesa portátil y reparto coloricos.
Como podéis ver, está pintado a un nivel básico y truquero. Eso sí, ahora no puedo parar... porque sé que si lo hago, me rindo y los dejo hasta el año que viene. ¡Hay que acabar antes de que lleguen los calores!
Para motivarme pongo fotos de cada paso y procuro que sea casi diario... y de momento sirve.