Ayer vivimos dos nuevas y fascinantes aventuras al sur del Río Bravo…
En nuestro primer enfrentamiento, los Regulares de Nueva León, al mano del capitán Don Luis Mejía de la Torre, se batieron en Santa Clara con los bravucones dragones de la caballería mexicana, en una lucha fraternal por honor y orgullo… ¡¡viva México, cabroneeees!!
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La vida en el tranquilo pueblo de Santa Clara se ve alterada cuando se produce el choque de egos entre dos oficiales del glorioso ejército mexicano que defiende la frontera.
El capitán Don Luis Mejía de la Torre no va a tolerar que los altivos y pendencieros hombres de la caballería de la tricolor campen a sus anchas por lo que él considera su territorio.

La infantería mexicana establece sus posiciones al final de la calle principal, junto a los establos, preparados para aguantar la carga de caballería. Permanentes y milicianos cargan sus mosquetes y calan bayonetas bajo las órdenes del capitán de la Torre

Haciendo gala del dominio de la estrategia militar, el oficial de los dragones decide aprovechar su mayor movilidad para rodear la posición de la infantería…

Sin embargo, don Luis Mejía ha situado a sus hombres con inteligencia, y controla los accesos a su posición. La gallarda caballería cae en la trampa, y los dragones caen o huyen ante la superior potencia de fuego de los Regulares de Nuevo León…

Los últimos combates se libran por honor, pero en Santa Clara hace tiempo que gobierna la infantería…
¡¡Tres hurras por el valeroso don Luis Mejía de la Torre!!
