La paz en el pequeño pueblo de Santa Clara, al sur de Río Bravo, se ve rota con la llegada de una banda de apaches, que se ha visto forzada a abandonar sus tierras, expulsados por el hombre blanco y perseguida por el temible ejército de los Estados Unidos.
Sin hogar ni esperanza, los peligrosos guerreros amenazan con saquear la ciudad. Sólo los valientes hombres del capitán Don Luis Mejía de la Torre, veterano de la guerra contra Estados Unidos, capitán de los Regulares de Nuevo León, se interponen entre la indefensa población y los guerreros apaches…
Bienvenidos al oeste, un lugar sólo apto para tipos duros…


Los hombres de Mejía se desplieguen alrededor de la iglesia, en la calle mayor de Santa Clara. Apenas un puñado de fusileros veteranos de la guerra contra Estados Unidos y algunos milicianos, además de los sargentos Gustavo Adrián Velasquez y Diego de Monterde.

Los salvajes atacantes aparecen entre los campos que rodean el pequeño pueblo. Llevan varios días atacando algunas granjas, y varios peones han muerto.

Se suceden los primeros disparos, pero las balas no encuentran su objetivo y los hombres del Capitán Mejía avanzan entre el humo de la pólvora de los viejos rifles de chispa de la guarnición mexicana.

El avance de los hombres de Mejía es rápido, tratando de enfrentarse a los apaches a las afueras el pueblo, en un heroico intento de alejar del peligro a los aldeanos de Santa Clara…

…pero los apaches son guerreros temibles, y rápidamente los soldados de la guarnición sufren las primeras bajas. El Capitán Mejía se bate valientemente contra los feroces guerreros de las praderas, pero su refinada esgrima no sirve de nada contra los asaltantes.

Los soldados mexicanos no se rinden, y luchan con valor. El joven miliciano Vicente Rivera es el último en quedar fuera de combate…
Finalmente, victoria para Canario y sus indios en nuestra primera partida de “campaña”.
Los hombres del Capitán Mejía han sufirdo además la dolorosa muerte del permanente Joaquín Rivas, marido de la hermosa Lupita Rivas... que pasa a convertirse en la viuda alegre de Santa Clara!!
Santa Clara sufrirá el castigo de los asaltantes… salvo que alguien sea capaz de salvar a la pequeña aldea mexicana. ¿Será capaz el Capitán Mejía de reagrupar a sus hombres y volver en ayuda de los aldeanos? ¿Será cierto que el antiguo oficial de la caballería de Virginia, el confederado Dale Alexander Foxworth, llega para ayudar a los mexicanos? ¿Y los rumores de bandidos en la zona?
No hay ley al sur del Río Bravo…


