Atalaya Vigía

Vamos a darle un poco de vidilla a este subforo, aprovechando mi aprendizaje con la iniciativa de Elmasmalo y mis caóticos en pie de guerra creo este tema para ir narrando las aventuras de Malfrik descendiente de Wulfrik el Errante.

Caía la noche en la aldea de Steinhall, localidad cercana a los bosques troll, habitado por gentes humildes. Esta joven aldea había sido fundada recientemente por campesinos buscando mejores tierras para sus ganados y tierras fértiles para cultivar, en poco tiempo se había forjado cierta reputación en la zona por resistir varios ataques desde las cercanías, lo cierto era que se trataban de ataques de bestias salvajes realizados contra el ganado, pero la fanfarronia de sus habitantes superaba la realidad.

Esa fanfarronia sería su perdición.

Malfrik, descendiente directo de Wulfrik el Errante había juntado a los más valientes de su tribu bárbara y se dispusieron a viajar por el viejo mundo en busca de gloria, tesoros y mujeres. Malfrik no tenía arraigo en su tribu, era considerado por sus gentes como un heroe, puesto que su único objetivo era ser como su antecesor, había derrotado en duelo a todos los líderes de las tribus cercanas forjandose una fama que le proporcionaba seguidores fieles, no se había visto tal líder en décadas por la zona y muchos guerreros de las tribus vencidas juraron defender su causa hasta la muerte.

Así pues Malfrik juntó a un puñado de guerreros y decidió que era hora de que el imperio conociera su nombre, y se dirigieron hacia Steinhall, lo que no se esperaban era que una avanzadilla de uno de los aliados del imperio se encontraba cercano a la localidad...


...Continuará....

PD ya se que mis dotes escritoras son malas pero espero que os guste y así iré relatando mi aprendizaje mientras creo un relato más o menos coherente jeje

Espero leer más sobre las derrot... digooo victorias del tal caótico tuyo

Enviado desde el todopoderoso Condominio Draconis!!!

Dos días después del ataque a Steinhall, Manfrik se despertó en un camastro lleno de pieles, con el cuerpo dolorido y repleto de cataplasmas medicinales se dio cuenta que aquello le resultaba familiar. Intentó incorporarse pero un zumbido en los oídos se lo impidió, en aquel momento imágenes de aquella jornada le inundaron la cabeza sumiéndole en un torbellino de recuerdos...

En ese momento recordó lo sucedido, sus hombres sorprendidos por una lluvia de saetas y la falta de mando en sus propias tropas al principio del asalto a aquellos malditos tapones le costaron la victoria, tendría en el futuro que encontrar gente de su confianza para llevar a su pueblo a la victoria. Otras imágenes le llegaron entonces, y una sonrisa maliciosa de placer afloró a su boca, recordaba perfectamente cuando por fin sus pocos hombres alcanzaron la línea enemiga y vio al comandante enano entre ellos, sólo unos gestos bastaron al incauto tapón su mayor error, que le costaría la vida, ya que, en combate singular con un par de mandobles lo mandó al infierno. Lo siguiente que recordaba era la negritud, sabía que sus hombres habían caído alli, como él con un golpe atroz de un martillo en la parte posterior de la cabeza. Daba gracias a la estupidez de aquella raza por dejarle inconsciente en el campo de batalla, sin duda la venganza se la cobraría en un futuro no muy lejano. Al momento se volvió a sumir en un profundo sueño.

Tiempo más tarde cuando volvió a abrir los ojos, se encontró sobresaltado por los cuernos de guerra que escuchaba, aún no sabía ni donde se encontraba, aunque se debía de tratar sin duda de una aldea bárbara amiga. Por fin, Manfrik se pudo levantar, se encontraba desnudo y cubierto de heridas en todo el cuerpo, siendo la peor la de la cabeza, aún así en los mismos aposentos en los que se encontraba había mudas limpias y sus armas estaban apoyadas contra una pared cercana. Se vistió lo más rápido que pudo y la ansiedad de enfrentarse a un nuevo enemigo le insuflo nuevas energías, debía vencer al jefe de aquellos atacantes, de esa manera aquel pueblo le seguiría y volvería a tener un ejército con el que llevar a cabo sus planes, y su venganza contra aquellos enanos.

Manfrik descorrió la lona que separaba aquella tienda con el exterior, lo que vio no le pudo alegrar más, unos pieles verdes estaban a punto de atacar la aldea, salió de la tienda y la gente de allí se volvía y comenzaba a corear su nombre, aquellos orcos no volverían a ver la luz del día....

...continuara...

Segundo capítulo, conseguirá Manfrik derrotar a las tropas de DokChaztaz o por el contrario se verá obligado a huir y seguir buscando aliados en las poblaciones bárbaras cercanas?

Muy chulo, pero te falta añadir al principio del texto:
"Malfrik, el señor bárbaro del Caos" una historia no oficial escrita por J.Cerdá y derivada, sin permiso, de la propiedad intelectual de Games Workshop Ltd.

Jajaja cuanta razón!!!