Postby erinyz18 » Tue Nov 17, 2015 8:29 am
Breve resumen de la partida.
Los héroes descansaban en la ciudad tras haber logrado el pergamino mágico y habiéndolo entregado al mariscal, quien agradeció los servicios recompensándolo con oro e invitándoles a una fiesta nocturna. Tras el festival, entre los efluvios de la resaca, lo héroes escucharon ruidos de alerta en la fortaleza donde habían sido invitados a pernoctar. Unos skavens habían irrumpido en los sótanos, utilizando los conductos subterráneos, y habían ascendido con sigilo a los pisos superiores, asesinando a varios guardias y volviendo a capturar el pergamino. En la entrada subterránea hallaron el cuerpo desnudo del sacerdote guerrero capturado en el castillo dominado por orcos y bandidos (la aventura anterior). Lo habían maltratado y violado, y el desgraciado había confesado el lugar donde los héroes pensaban llevar el pergamino robado a los orcos. Los skavens, aliados con los orcos, lo habían empleado como guía.
El mariscal volvió a instales que era preciso recuperar el pergamino, así que se pusieron las botas, pese al resacón, y se adentraron en las alcantarillas para seguir el rastro de los skavens (una vez ataviado el sacerdote). Descubrieron una ciudad subterránea semiabandonada, ocupada por grupos de hombres rata. El grupo se dividió (por un lado, el guerrero enano y el bárbaro; por el otro, el sacerdote, la maga y un explorador enano que se había sumado a la causa). No les salió anda mal, aunque tuvieron que sortean continuamente obstáculos como fosos y caídas al alcantarillado. El bárbaro y el guerrero enano hallaron la habitación de un hechicero blanco skaven, que huyó cuando sus escotas perecieron, y se dedicó toda la partida a tocarles las narices desde la distancia, aprovechando su mayor velocidad sobre los héroes, empleando hechizos de fuegos, asfixia, generando alimañas, etc. Al final hallaron la habitación de gesta. En ella había dos asesinos, uno de los cuales tenía el pergamino en la mano y huyó con él con la esperanza de huir hacia un embarcadero subterráneo. El otro asesino puso en jaque junto a varios guerreros skaven al sacerdote muy especialmente, quien volvió a temer por su vida como en la aventura anterior. La maga se dedicó todo el tiempo a proteger con hechizos de apoyo a sus compañeros guerreros, y eso hizo que se mantuvieran fuertes pese a los embates. El explorador enano empleó su arcabuz cuanto pudo y desactivó algunas trampas. Al final de la partida, el asesino que huía se la jugó en un combate sobre un puente protegido por el bárbaro. Si vencía, tendría la oportunidad de escapar y llegar al embarcadero, porque la mayoría de los héroes lidiaban en la habitación de gesta. Los puntos de Destino le sirvieron al bárbaro, que terminó por vencer al skaven y recuperar el pergamino, lo que resultó en el éxito final del grupo, quienes una vez más llevaron de vuelta el objeto mágico al mariscal que lo reclamaba.