Los Ultramarines se mantenían a la espera en torno a tres plataformas de teletransporte, Daur suponía que les estaban esperando, todas sus huestes seguían a la carrera al Khorgorath, así que no existía posibilidad alguna de factor sorpresa. . De alguna manera, sin tener claro porqué se sentía más ansioso de lo normal. Los clavos del carnicero se hundían y le mordían el cerebro como antes de cada batalla, pero había algo más, el extraño rugido producido por la criatura al nacer no se le iba de la cabeza, y resonaba aún en su mente... La violenta sacudida que dio el rhino lo sacó de sus pensamientos, el conductor iba absurdamente rápido. Sin duda sentía lo mismo, igual que todos los demás. Algunos de los miembros de la escuadra de berserkers gemían, se balanceaban y arañaban las paredes del compartimento. Otro violento bote, Daur esperó que llegaran pronto hasta el objetivo antes de que su lunático conductor los matara a todos.
Con la fuerza principal en el centro del terreno, los devoradores de mundos se abalanzan sobre los ultramarines. Las creaciones de Radaghast encabezan la marcha, seguidos por los berserkers. Una horda de cultistas y un hellbrute avanzan a la carrera por el flanco inzquierdo.

Mientras los portales comienzan a crepitar de energía disforme, Radaghast y sus berserkers se aproximan a las lineas imperiales. Tras las formaciones rocosas del linde de la ciudad los Ultramarines activan su trampa; un Predator y una Stormtalon surgen de sus posiciones cubiertas, y junto con los devastadores de las ruinas y los exterminadores despliegan una tormenta de fuego pesado sobre el Diablo despedazador que avanza en cabeza. Los marines leales necesitan la totalidad de sus fuerzas para poder abatirlo.
Con otro rugido infernal el Khorgorath se abalanza sobre la stormtalon causándole graves daños y obligándole a retirarse temporalmente. Mientras, el grueso de fuerzas del caos carga sobre las líneas leales ocasionando una carnicería.
Daur volvió en si mismo mientras aplastaba el pecho de un explorador ultramarine con su maza de energía. "¿Que mundo es este, donde estoy?" - "No tiene importancia, MATA" - "¿Que...Quien...?" - Dos ultramarines se interpusieron en su camino, esquivó el ataque del primero y con un barrido de la maza derribó a ambos. - "Vamos MATA!!, no estás matando!! - "!!Claro que estoy matando joder!!!" Gritó..a sí mismo? ¿Alguien le hablaba psiquicamente? ¿Había tomado la senda carmesí? Tres impactos simultáneos le hicieron perder el equilibrio. Mientras caía una sombra paso por encima seguida de un trueno que anunciaba que había aterrizado cerca. Otra vez ese horrible rugido y todo quedó en tinieblas.
Los espolones de disformidad se materializaron frente a los exterminadores y se lanzaron sobre ellos, pero la guardia Ultramarine les estaba esperando. Con ayuda de augures auspex comenzaron a batirlos en cuanto salieron de la disformidad. Mientras la base de fuego instalada en el bloque de edificios en ruinas eliminaba las creaciones demoníacas una a una. No obstante el ritmo no era suficientemente rápido, y los devoradores de mundos ya se había hecho con 2 estaciones de teletransporte y amenazaban la tercera. Sin embargo la ola de agresividad a la que estaban sometidos (excesiva incluso para los Devoradores de Mundos les hace abandonarlas para asaltar las posiciones ultramarine)
Daur abrió los ojos mientras lanzaba un golpe con la maza... pero no llevaba la maza... estaba en el suelo. Su cráneo parecía a punto de explotar. Intentó mirar lo que le rodeaba con el terrible rugido todavía resonando. A su alrededor reinaba la más absoluta locura; ambos contendientes se batían en un duelo salvaje, un berserker lanzaba hachazos y fintas al aire o luchaba contra un fantasma que sólo el podía ver, no lejos de él 2 ultramarines pateaban y destrozaban a otro ultramarine, un poco más allá el portador del icono de una escuadra de berserkers clavaba una y otra vez su reliquia en lo que parecían los restos del capitán ultramarine, o al menos parte de ellos. El predator y un rhino se embestían mutuamente como una pareja de carneros. Vio también a Radaghast corriendo hacia los ultramarines con el lanzallamas a plena potencia y hacia todas las direcciones.
Y al fin lo vio, rodeado de cadáveres de exterminadores azules, y sujetando a un bibliotecario leal, no, exprimiéndolo como si fuera una naranja hasta que lo arrojó a un lado como un muñeco de trapo, justo a los pies de Radaghast, quien empezó a ensañarse con su hacha y sus meca-tentáculos. En la izquierda la horda de mortales había sido aniquilada junto al Hellbrute que les acompañaba, y habían perdido aquel teletransporte. El del centro seguía en su poder, pero en el extremo derecho, el rhino que quedaba estaba envuelto en llamas mientras la Stormtalon se cebaba con él y despejaba el teletransporte. Sólo habían podido tomar uno, pero la mayor parte de las fuerzas imperiales estaban destruidas y sus mandos... sólo eran despojos. Khorgorath rugió de nuevo en señal de triunfo, pero esta vez fue más tolerable. -"Es mi voluntad"- oyó. -"Si, es cierto, esta es su voluntad!!"- Daur rompió a reír.
Resultado final:
Devoradores de Mundos 8
Ultramarines 7
1 punto de experiencia para cada Señor de la guerra. Tanto Señores, como guardias sobreviven.