Un torneo impresionante, de lujo. Local, organizadores, comida, bebidas gratis, regalos (ese vino personalizado), premios y trofeos... en fin, un 10 sin paliativos. (A mejorar, quizás, la escenografía.)
Mis partidas divertidísimas. Iba con bestias y minotauro de la condenación (hay que tener moral) y me dí (más bien me dieron) de tortas sin conocimiento. No hago más que mirar mis dados y...efectivamente, sólo tienen un 1. Yo creía que tenían tres ó cuatro...
Tanto es así que, en el último turno de mi tercera partida, unos arqueros altos elfos y un lanzavirotes que estaban en una colina me disparan a un carro de tuskgors que les amenazaba. Lo dejan con una herida y me dice Luis (Berzo): “con 1 herida, el carro (R4) ya no me carga a los arqueros por el terreno difícil” En mi turno digo que, de perdidos al río, y que “no sólo te voy a matar a los arqueros, sino que el lanzavirotes se va a desmoralizar y va a huir” (último turno). Dicho y hecho. Me encomiendo a mis 1’s infinitos y al entrar en la colina saco un 1 en los impactos y otro 1 para herir. Le mato los arqueros y el lanzavirotes chequea y ¡saca un 9!

Aún me sonrío de pensarlo….
En fin, tres rivales majísimos con los que disfruté un montón y que, al parecer, también disfrutaron conmigo, ya que me llevé el trofeo al más deportivo. No os podéis ni imaginar la ilusión que me hace, pues eso quiere decir que transmito buen rollo en las partidas, que para mí es algo FUNDAMENTAL.
Un torneo FIJO en mi calendario.