HISTORICO PARTIDO EN EL ESTADO DE LA PEINETA: JAMONERAS ASESINAS 4 – MAGRITTA PURPLE COBRAS 2
El domingo 20 de diciembre, por la tarde, entre las 18 y las 21:30 horas, el Estadio Olímpico de Magritta (sede del equipo caótico de Blood Bowl conocido como “Magritta Purple Cobras”) albergó un encuentro de los que hacen historia. El equipo visitante era el poderoso conjunto altoélfico de los “Jamoneras asesinas”, entrenado por el experimentado, arriesgado y astuto Awelo, equipo imbatido tras 6 jornadas de liga.
Los aficionados caóticos tenían muchos alicientes para acudir al campo, aparte de la gran calidad del rival: el nuevo uniforme del Magritta, el aserrador mecánico Max cuyos servicios habían sido solicitados para el partido, y la esperanza de que el cambio de propietario, uniforme y nombre fueran un buen revulsivo para el equipo….No esperaban milagros, y menos frente a uno de los mejores conjuntos de la liga..pero acabaron disfrutando del mejor partido hasta ahora de toda la temporada, de lo cual da buena muestra el tanteo final, que aún podía haber sido mayor a favor del Magritta. Por unos breves segundos pudo pensarse en la victoria, y por mucho rato el empate se hizo más que probable.
Los elfos obtuvieron la posesión inicial del balón y, en un auténtico y valiente ataque relámpago, hicieron un agujero en la defensa Magritteña por el que se coló la mayoría del equipo

. Este grupo se plantó a escasos metros de la zona de ensayo contraria con el balón muy bien protegido, dejando aturdido en su incursión a Max Arrancabrazos, que había permanecido cerca de la zona de ensayo magritteña para labores defensivas..El ensayo fue inevitable. El primer golpe élfico fue rápido como el rayo

, y eliminó inteligentemente a Max del partido antes de que ni siquiera pudiera poner en marcha su sierra mecánica. Muchos aficionados caóticos pensaron entonces que su equipo favorito iba a encajar una nueva goleada. No podían imaginar la velocidad y astuto arrojo con la que iban a reaccionar, sin tardanza y haciendo honor a su nombre, los “Purple Cobras”.
El segundo ensayo élfico llegó rápido, aprovechando un clamoroso error de placaje de Ujfalusi

que dejó totalmente desprotegido el balón al dar rienda suelta a su furia antes de que su equipo tuviera cubierta la pelota. No sería el único fallo del Minotauro en la tarde, pero sus excelentes acciones le redimirían ante la afición..

no en vano saldría del estadio con un total de 17 puntos de estrellato.
Los caóticos habían conseguido desde el inicio una adecuada superioridad numérica, pero no conseguían hasta el momento tejer una jugada de peligro.
Algunos hinchas caóticos abandonaron en ese momento el estadio

, creyendo que una nueva goleada era ya inevitable. Pero la mayoría aguantó en sus asientos, pues son fieles y están acostumbrados a sufrir con el Magritta. El apoyo de la hinchada fue importante para los Cobras…buena muestra de ello fue el hecho de que dos elfos fueron apedreados, quedando uno de ellos inconsciente.
La Cobra no tardaría en despertar y empezar a atacar

. El equipo caótico se lanzó a la carrera en masa por su banda izquierda, estrellándose contra el muro lineal que los elfos formaron a mitad de su lado del campo. Florent optó muy astutamente por entregar en mano el balón atrás, al lanzador Sargantana, que hizo que el balón rodeara rápidamente el “muro” al darle un gran pase a Gandul García. Gandul lo atrapó y corrió como un torpedo hacia la zona de ensayo élfica sin que nadie lo pudiera impedir...todo era cuestión de que la prometedora promesa del Purple Cobras consiguiera forzar una casilla… la estupenda jugada y la emoción enmudecieron al estadio..pero el joven bárbaro resbaló y dió con sus huesos en tierra, provocando con ello el final de la primera parte y un ruidoso “Huyyy!!!” por parte del público.
Este buen juego del Magritta no iba a ser un destello aislado, como muy bien iba a demostrarlo en la segunda mitad del encuentro.
El Magritta Purple Cobras fue el receptor inicial en la segunda parte. La patada élfica hizo que el balón fuera a parar al Minotauro, que lo atrapó con facilidad para asombro de propios y extraños, y pillando descolocado al equipo élfico. Aún más sorprendente fue su meteórico avance

por la banda derecha caótica con el balón en la mano, ante el delirio de los aficionados caóticos, placando en su avance a los pocos elfos que encontraba en su camino, siendo seguido muy de cerca por Mi-Chelle y un poco más lejos por otros cinco bárbaros. Justo cuando los elfos iban a lanzarse sobre él, el minotauro entregó el balón en mano a Mi-Chelle, el cual, tras rodearle sus camaradas con objeto de eliminar el estorbo que podía suponerle el único elfo en la zona (que disponía de la habilidad “echarse a un lado”), consiguió anotar sin problemas tras correr como alma que lleva el diablo.
Un sorprendente fallo de placaje de los elfos en la patada siguiente antes de que pudieran poner en práctica su formación de caja permitió al Magritta “envolverla” con los tipos grandes y el grueso del equipo mientras un “comando” capitaneado por el skaven se internaba en la mitad élfica del campo, dispuesto a hacerse con el balón o morir en el intento. No sin esfuerzo, Malagüero se hizo con él y, merced a su poderosa velocidad ratonil, anotó el ensayo que suponía el empate a 2 para su equipo, mientras el estadio entero estallaba de júbilo.
El tercer ensayo del equipo élfico fue anotado, no sin esfuerzo merced al pundonor caótico y a la propia inferioridad numérica, gracias a sus grandes cualidades innatas.
A pesar de que hubiera sido muy fácil asegurar el 3-2, el equipo magritteño, empujado por una rabia animal, se lanzó en pos del empate a tres. El marcaje hombre a hombre que desplegaron los elfos complicó la maniobra…A dos turnos para el final del encuentro, Cléber Sargantana controlaba el balón muy cerca de la propia zona de ensayo, y el único jugador en posición de anotar era Quemancho. Tras placar Florent al marcador de su sucio compañero y dejarlo libre de marcaje para recibir el balón, Cléber dudó entre efectuar un pase largo a Quemancho y hacer uno corto a Malagüero para que éste se lo entregara en mano. Recordando la escasa agilidad del skaven (que no le había impedido anotar dos ensayos en la liga, por cierto) escogió la primera opción. Lamentablemente no pudo esquivar a su marcador, el cual anotó cómodamente tras la caída de su rival.
Y así acabó el encuentro, dejando un gran sabor de boca en los paladares caóticos y haciendo escapar un suspiro de alivio en la hinchada élfica. El Magrita Purple Cobras ha dejado el listón muy alto y su afición espera mucho de él en la Cuchara de Madera.
CLARK CANSINO KENT, del “Daily Magrita”, desde Memoville.