REPORTE DE LA PARTIDA (lo he colgado en la web, pero lo pongo por aquí completo):
El pasado viernes 26 de junio nos reunimos unos cuantos en el club Atalaya Vigía para mostrar el juego a varios jugadores (Oxigen, Sheix, Salendor, Rexor, Sir_gragon). Parece que gustó mucho tanto el juego como la escenografía empleada, ¡bien!
Mientras yo explicaba un poquito las reglas y confeccionábamos las hojas de personaje y adquiríamos el equipo inicial, Sheix montaba la partida que tenía preparada, que a priori era de prueba, pero finalmente resultó un dungeon con todas las de la Ley.

Por aquí dejo las fotos que realicé, de mala calidad, dado que eran con el móvil y sin prestar mucha atención al detalle.
Un enano de la región habló a los héroes acerca de cierta ciudad enana abandonada que podían explorar, y allí se fueron, sin conocer con exactitud lo que encontrarían.
El inicio del dungeon, unas escaleras que conducen a un pasillo y una sala con muchos grabados y alguna estatua. El grupo de héroes estuvo compuesto por un mago elfo con hechizos de Magia luminosa, una asesina elfa con arco y espada, un cazador de brujas humano con dos pistolas, un herrero rúnico bien pertrechado y dos mercenarios como escolta.

Aquí se aprecia el dungeon, cubierto por la “niebla de batalla”, confeccionada con servilletas. Poco a poco se va desvelando el escenario conforme los héroes avanzan.

Tras tener alguna complicación en la primera sala con una trama de bola de fuego que emergió de una trampilla (la cual conducía a un camino paralelo que dividió al grupo de héroes) e hizo correr a los héroes, estos llegaron a un precipicio sorteado por un puente. Después encontraron una suerte de armería-comedor, desde la que se abrían varias posibilidades.

Al final no hubo “webs” a acercarse al golem que protegía, inmóvil, el trono de una sala parcialmente inundada. Pese a que costó lo suyo abrir la puerta reforzada.

Pedazo de salita que se nos presentó a mitad camino. En cuanto los héroes empezaron a avanzar, surgieron de ellas varios zombies y esqueletos dispuestos a luchar. A esas alturas ya habían aparecido unas cuantas trampas por el camino.


Un zombie y un lobo espectral atacaron por la espalda a los héroes rezagados, mientras los otros bregaban con los no-muertos de la guarida.

Tras atravesar una puerta de sangre (tuvieron que alimentarla con el cadáver de un mercenario caído, chamuscado tras pasar un muro de fuego) vieron que el camino se bifurcaba. Y el grupo volvió a dividirse. La asesina elfa optó por desviarse junto a un mercenario.

La elfa no consiguió activar adecuadamente los engranajes que permitían acceder a una parte oculta del dungeon, aunque tuvo que evitar la presencia de un gusano gigante que emergió de las cenagosas aguas de un pozo.

Y para rematar, una enorme sala de gesta infestada de monstruos (solo hice foto de la sala, antes de colocarse las criaturas). Varios esqueletos, zombies, momias… y un espléndido vampiro. Como ganaron la tirada de Sorpresa, los monstruos hicieron un tapón en la entrada para evitar la entrada de todos los héroes. EL herrero rúnico enano aguantó varios asaltos en el umbral de la entrada hasta que tuvo que retroceder. Viendo que el grupo estaba bastante debilitado y que contaba con clara desventaja numérica y cualitativa (un vampiro es duro incluso para héroes curtidos y frescos), decidieron escapar del dungeon dejando atrás a sus enemigos. Atrás quedó una partida en la que el herrero rúnico destacó por conseguir varios resultados de 12 consecutivos y detectó o desactivó varias trampas. El hechicero hizo bien su labor al dispersar la magia del vampiro y sanar a compañeros, el cazador de brujas usó bien sus armas de pólvora y la asesina, además de emplear bien su arco, supo que aventurarse en solitario puede deparar demasiada incertidumbre. El Jugador Oscuro, por su parte, parece que se lo pasó pipa activando trampas
